Nuevos Comienzos.

Paola Rivas

by Paola Rivas

Story
Münster, Alemania. 2019

Se sabe y se dice que después de una tormenta llega la calma. Hacía meses que yo luchaba contra la intoxicación por cortisol, el trastorno de estrés postraumático, el sobrepeso, el insomnio, las migrañas, la ansiedad, baja autoestima y, obviamente, ningún tipo de interés en socializar de ninguna manera. Sabía que cuando uno participa o se involucra en alguna actividad, eventualmente se produce algún tipo de conversación informal con alguien, hasta llegar al punto de las preguntas incómodas como: “¿Y a qué te dedicas?, ¿Estás aquí (en Alemania) con tu familia?”.

Tan pronto como respondía: “Estoy divorciada, soy madre soltera, no trabajo en este momento debido a mi mala situación de salud y mi familia está en México, a donde no he visto en años”. Entonces supe y traté de evitar esa “mirada de lástima” y el cambio de voz de la persona que preguntaba.

No me gustaba que me vieran con lástima, aunque mi yo racional entendía que era una respuesta social y que cuando la gente lo hace no es con mala intención, pero aun así no me gustaba. Así que lo que descubrí fue que para evitar esta “vergüenza pública”, de como fue mi propia experiencia personal de mi situación en ese entonces, mejor no hablar con gente. Encontré refugio para lamer y sanar mis propias heridas de separación forzada de quien yo pensaba que era “el gran amor de mi vida”, mi esposo a quien realmente yo amaba y por quien hice todo lo que pude, y el hecho de asimilar lo que había yo evitado conscientemente durante 31 años en mi pais, ser madre soltera. No por el estigma social, sino porque es bien sabido que un boleto a la maternidad soltera es un viaje largo, pesado, costoso, solitario y nada fácil. Pero bueno… La vida es eso que pasa mientras nosotros hacemos planes, ¿no? Aceptar las cosas que no podía cambiar fue ciertamente amargo, pero parecía la forma más saludable de lidiar con mi realidad en ese entonces. Al final, no tuve tiempo de sentir lástima o autocompasión por mí misma y, de una forma u otra, necesitaba encontrar una manera de seguir funcionando y cuidar y proveer para mi pequeña.

De repente, la realidad me dio bandejazo de agua fría y comencé a dimensionar las muchas maneras en que necesitaba crecer para prosperar y seguir a flote. Cualquier pequeño fracaso podría significar perder a mi hija, ya que estaba bajo el yugo de mi ex esposo enojado, con su lupa sobre mí, todavía guardando rencor y aparentemente su nuevo pasatiempo era preparar para mí el campo desconocido de “cómo ser un adulto funcional en Alemania”, para que yo fracasara. Esta paranoia me mantuvo en un estado de alerta y miedo profundo del que provenía mi ansiedad y mi tic en los ojos. Así que fue un nuevo episodio de “arranca tu propia piel y hazte una más gruesa”. Sin embargo, debo expresar mi profundo agradecimiento al sistema alemán de Ayuda Social, que ha sido de gran ayuda para que mi hija y yo pudiéramos tener un techo sobre nosotros y una manera de sobrevivir. Me sentí muy agradecida y consciente de todas las cosas buenas que después de esta tormenta de la vida todavía pude conservar: paciencia, fuerza de voluntad, mentalidad.

© Paola Rivas 2024-10-05

Genres
Biographies
Moods
Challenging, Hopeful, Inspiring